El historiador Benjamín Ezpeleta falleció ayer sábado 24 de enero del 2015 a las 10:50 pm, a los 85 años de edad, informaron los familiares del el hombre que cambió la historia de la ciudad de Riohacha, Cuando inició la lectura de un libro escrito por Juan Friede, que reposaba en los estantes del Banco de la República de Riohacha: Vida y viajes de Nicolás de Federmán.
En la página 123, en medio del placer que le otorgaban aquellas historias de un libro que parecía de ficción, descubrió varias contradicciones con relación a la página 124. Antes, en la página 37 había leído que Federmán era protestante, tal como lo atestiguan sus biógrafos. Pero más adelante leyó lo siguiente: “De las costas del mar, probablemente fundó en la boca del río Ranchería o río del Hacha, una población que Federmán llamó Nuestra Señora de las Nieves”.
Benjamín señaló que esas fueron dos contradicciones que anotó, puesto que probablemente es algo incierto y que Federmán no podía utilizar el santoral. La instrucción que había recibido de sus jefes era que si fundaba una población la bautizara como Ulma, nombre cercano a Ulm, el pueblo donde nacieron Federmán y Ambrosio Alfinger, este último jefe de la expedición.
“Federmán nunca llegó a Riohacha, sino al Cabo de la Vela con el propósito de extraer perlas, pero no pudo porque intentó hacerlo con una especie de rastrillos pensando que estaban en el fondo del mar. Esas perlas se adhieren y, por tanto, hay que bucearlas y desprenderlas”, expresó Benjamín.
Gentes de Cubagua, isla ubicada a 15 kilómetros de Margarita y perteneciente a Nueva Esparta; inversionistas adinerados de España e indígenas se asentaron en el Cabo de la Vela a finales de 1538. Fue una especie de éxodo de aquella isla hasta la península. Pero la autorización del Rey se firmó el 21 de marzo de 1539 a través de una cédula real en la que se aprobaba el traslado y la cual envió Ezpeleta a la Academia Colombiana de Historia, junto con otros documentos. Todos esos archivos vinieron de Sevilla, España.
Nosotros, que lo sepan todos, somos el producto de asentamientos y de trasplantes migratorios propios de la colonización superpuesta y escalonada”, enfatiza Ezpeleta, quien agrega: “Aquí no se dio el caso de Rodrigo de Bastidas en Santa Marta, o el de Pedro de Heredia en Cartagena ni el de Hernando de Santa Ana en Valledupar. En esas ciudades llegó el conquistador, clavó la espada en el suelo, levantó el crucifijo y exclamó: ‘Te fundo en el nombre de Dios y del Rey de España’. En Riohacha no fue así ni como se repitió durante centenares de años”
"una figura entrañable y gran historiador de la región caribe Colombiana y miembro de la Academia Colombiana de Historia, entregado a contribuir con el desarrollo de la educación superior del departamento de La Guajira e impulsar el estudio y el amor por la ingeniería en los jóvenes profesionales, es uno de los legados más importantes que deja el reconocido docente Jaime Espeleta Ariza.
padre de 5 hijos: Rubén Darío, Fabio, Yuri Leopardo, Roberto de Jesús y Jaime Darío.. Considerado el primer ingeniero de Minas y Metalurgia de La Guajira, Jaime Espeleta Ariza realizó sus estudios en la Escuela de Minas de Medellín adscrita a la Universidad Nacional de Colombia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario